– Hijo siéntate, tengo que decirte algo importante.
– ¿Qué pasa?
– Verás, tengo que decirte que eres adoptado.
– No puede ser, si somos iguales y tenemos la misma cara.
– Eso es por qué somos chinos, imbécil.
– Hijo siéntate, tengo que decirte algo importante.
– ¿Qué pasa?
– Verás, tengo que decirte que eres adoptado.
– No puede ser, si somos iguales y tenemos la misma cara.
– Eso es por qué somos chinos, imbécil.
por
Etiquetas:
Deja una respuesta